Páginas

Amor

A lo largo de mi vida he tenido muchas experiencias con respecto de esta palabra. Amor, es mucho más que un conjunto de letras. A la hora de la verdad, el amor no se puede expresar, es algo que se siente y se demuestra. Es en mi opinión lo más complejo que jamás he sentido pues lo he odiado y deseado a partes iguales. Es un sentimiento de opuestos, pasar de una máxima felicidad a la peor de las tristezas, a veces por tonterías, pero… es lo mágico del amor, que todo a lo que nos vemos expuestos, sea bueno o malo, se magnifica… Para situarnos os diré que soy alguien con una empatía inconmensurable y esto me permite comprender a los demás casi al momento y cuando consigo intimar, puedo llegar a saber lo que necesitan antes que ellos mismos, lo que me convierte en un magnifico compañero. Pero esta capacidad también tiene contras, tiendo a hacer míos los sentimientos ajenos, soy pasional y siento con muchísima intensidad… y a veces me pasa que una mirada traduce más de mil palabras, y cuando llegas a esto con alguien puede ser confuso… Llegados a este punto os contare mi última experiencia.



Soy capaz de contar con los dedos las veces que me he enamorado de verdad. Normalmente es algo progresivo que se va adquiriendo con el tiempo y de lo que eres consciente pero, esta vez, me pilló por sorpresa. En realidad creo que no quise verlo, que así fuese, por miedo lo encerré en lo más profundo de mi ser… ¡Vaya iluso! Pero lo cierto es que me había convencido de que no era real, pero el amor, por mucho que no quieras verlo o sentirlo, no va a desaparecer. Seguirá creciendo y eso fue lo que ocurrió. Estaba obcecado y mis acciones me llevaron a que un día me estallase en la cara. La besé. Supongo que en algún momento iba a pasar, que era inevitable. Apenas duró un segundo, pero fue lo suficiente para despertar. Como si resucitara un corazón que llevaba tiempo dormido y ese beso transmitiese una descarga, la cual me golpeó, sacudió e hizo consciente de todo.

Ahora que lo sabía y podía ser sincero conmigo, no podía guardarlo para mí. Sé por experiencia que al final habría salido a la luz y tomé una decisión difícil y arriesgada: se lo confesé. ¿Ella? Es una amiga maravillosa, la más mejor, podría hablar de lo genialérrima que es durante horas, pero iré al grano. Se lo tomó bien, de forma madura y objetiva. Me hizo la difícil promesa de que nada iba a cambiar entre nosotros. Por motivos que me ahorraré lo nuestro no puede ser, además, tiene novio, aunque sé que mientras sienta esto albergaré un hálito de esperanza…

Sí, muchos pensaréis que soy masoca, que lo mejor sería perder todo contacto con ella… pero es imposible. Ante todo es mi amiga y necesito estar ahí para ella, retener mis ganas de besar sus rosados labios, intentar no perderme en su mirada, evitar extasiarme con su aroma, estremecerme al contacto con su cálido cuerpo… En ocasiones no puedo evitar embobarme con su caminar, el ritmo, el movimiento de sus muslos dentro de esos ajustados pantalones… Puf… solo pensarlo me hierve el cuerpo en deseo y pasión. Muchísima tentación, pero no es equiparable a las ansias de preservar lo que compartimos. Merece la pena aguantarlo todo por verla sonreír, al fin y al cabo, cuando de verdad amas a alguien, velas por esa persona sin importar los sacrificios que tengas que hacer. No sé si en algún momento dejaré de estar enamorado de ella, pero lo que sí sé es que una amistad como esta puede durar toda la vida.

Como conclusión deciros lo que he aprendido de esto, nunca encerrar los sentimientos, si de verdad quieres a alguien buscarás su felicidad por encima de la tuya (siempre que no se estén aprovechando de ti). En el amor todo merece la pena porque en la vida, todo lo que necesitas es amor.


Espero que esto ayude a quien lo lea tanto como a mí haberlo escrito. Doy gracias a Sara por animarme a crear y organizar este blog que, de no ser por ella jamás se me hubiese ocurrido emprenderlo. Y gracias también a la chica de la que os hablo por seguir a mi lado y que sea así por muchos años. Se os quiere.



Un fuerte y sincero abrazo a los que hayáis sido capaces de concluir este escrito, prometo ser más breve la próxima vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario